Cada vez más familias se hacen la misma pregunta: ¿de verdad necesitan un móvil con acceso a internet nuestros hijos e hijas antes de los 12, 13 o incluso 14 años? ¿Podemos dar otros pasos para acompañar su crecimiento sin entregárselo tan pronto?
Y lo más importante: ¿podemos hacerlo como grupo, y no cada familia por su cuenta?
La iniciativa “Adolescencia libre de móviles” nace precisamente de ahí. De la inquietud compartida por muchas madres, padres y educadores ante una realidad que nos desborda. No se trata de demonizar la tecnología ni de vivir en otra época, sino de poner sobre la mesa un debate urgente: ¿cuándo y cómo tiene sentido introducir los móviles personales en la vida de nuestros hijos e hijas?
Desde la AFA del CEIP Gascón y Marín apoyamos esta propuesta, convencidas de que no podemos dejar esta decisión en manos del mercado o de la inercia social. Creemos que el bienestar de nuestros hijos e hijas merece ser pensado de forma colectiva y tranquila, sin prisas ni presiones.
¿Qué propone esta iniciativa?
Muy sencillo: retrasar colectivamente la entrega de móviles personales con acceso a redes sociales hasta, al menos, los 16 años. Es decir: no hacerlo a los 10, 11 o 12 años “porque todos lo tienen ya”, sino permitir que la adolescencia arranque sin la presión constante de las notificaciones, los algoritmos o la hiperconectividad. Y hacerlo desde una decisión conjunta, social, no desde la culpa individual.
Desde su página web, el grupo promotor lanza una idea poderosa: no hace falta prohibir nada, pero sí es necesario hablarlo. Dar espacio a los miedos, a las dudas y a las contradicciones. Escuchar a quienes ya lo están haciendo de otra forma. Recuperar el sentido común frente a lo que parece inevitable.
¿Por qué es importante hablar de esto?
Porque cada vez hay más evidencias de que el uso temprano e intensivo de móviles afecta al bienestar emocional, al descanso, a las relaciones sociales, a la concentración y a la autoestima.
- Porque cuando entregamos un móvil a un niño o niña de 10 u 11 años con acceso sin control a TikTok, YouTube, Instagram o WhatsApp, no le estamos entregando una linterna o una calculadora, sino una puerta abierta a un mundo que aún no puede gestionar sin apoyo.
- Y porque las decisiones individuales no siempre bastan: incluso aunque tú no quieras, si todos los demás ya lo tienen… ¿cómo lo sostienes?
- Por eso, iniciativas como esta invitan a buscar respuestas en grupo. Familias que acuerdan retrasar el uso del móvil, escuelas que lo conversan abiertamente, espacios donde no se normalice la hiperconexión.
No se trata de prohibir, ni de juzgar, ni de dar lecciones. Se trata de recuperar el derecho a pensar las cosas con calma. De preguntarnos juntos qué tipo de adolescencia queremos para nuestros hijos e hijas. Y de saber que no estamos solos: hay muchas otras familias, en muchos lugares, haciéndose las mismas preguntas.
¿Dónde puedo saber más?
La web oficial de la iniciativa reúne mucha información útil y materiales interesantes:
- ¿Por qué nace esta propuesta?
- ¿Qué dicen los expertos?
- Trabajos, reflexiones y experiencias de otros coles y familias
- Lee el Manifiesto “OFF. Derecho a la Desconexión Digital”
- Únete al Pacto de Familias “Adolescencia Libre de Móviles”
- Conferencias y Poneencias
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